EDITORIAL
RADIO CASA QUINTIL VALPARAÍSO
8 DE SEPTIEMBRE 2025
EL PAISAJE POLÍTICO DE CHILE MÁS ALLÁ DE LAS
ELECCIONES DE DICIEMBRE DEL AÑO 2025.
Aún sin considerar organizaciones y
movimientos sociales y políticos menores de cobertura nacional, que han
declarado su apoyo, el conglomerado articulado en torno a Jeannette Jara es el que
suma el mayor número de partidos políticos, reconocidos oficialmente, en torno
a un liderazgo en la historia política de Chile.
No es menor el significado que ello
tiene, en especial si observamos el paisaje político que se dibujará con
posterioridad al año 2025, significado que rebasa el propio resultado de la elección
presidencial.
Por una parte, siete partidos políticos articulados
en torno a una coalición en formación que abraza un despliegue ideológico cuya
cobertura va desde el partido comunista hasta la democracia cristiana.
A la que hay que agregar dos agrupaciones
de menor tamaño formadas por organizaciones legitimadas, y otras en formación,
surgidas sólo con el propósito de disminuir el riesgo de ilegibilidad que pone
en peligro la permanencia de ellas en el sistema de partidos.
Cuestión que alude sólo al tema de las
elecciones parlamentarias, por lo cual, no debería haber problema para que,
concluyendo ésta, se incorporen a la coalición UNIDAD POR CHILE, coronándose
con ello el proceso de articulación.
Y, de paso, soslayando al interior del
progresismo, la dispersión y alto número de organizaciones que configuran el
sistema de partidos políticos.
Lo dijimos, no es menor considerando que
lo que se juega en estas elecciones es el futuro de la democracia.
Y el fortalecimiento de la democracia, el
crecimiento con equidad, el acceso de todos a la seguridad ciudadana y
mejoramiento de la calidad de vida de los vulnerables son entre otras las
principales banderas que la coalición progresista debe enarbolar.
El logro de aquello no será fácil, por
cierto, y hoy no se puede garantizar que se conseguirá.
Se puede confirmar aquello si comparamos
la simplicidad y coherencia del relato del candidato y candidata que encabezan
las encuestas, donde se enfrenta una candidata que representa la diversidad de
ideas no siempre coincidentes que abrazan nueve partidos, frente a otro que
representa sólo a uno.
No obstante, aquello, se requiere la
generosidad de partidarios, dirigentes y vocerías, así como capacidad de manejo
de los matices, para poner en el centro los temas cuya demanda los propios
ciudadanos han privilegiado.
El legado de la campaña, y un Gobierno
que concluye, debiera ser la estructuración de una sólida coalición, con
objetivos estratégicos, que permanezca en el tiempo, y marquen su presencia en
el escenario, más allá que su ubicación en el paisaje político se localice en el
Gobierno o la oposición.
En la otra vereda, observamos a tres candidatos,
y una candidata, dos de ellos competitivos y otros dos no tanto, enfrascados en
la disputa que se tomó la agenda de la semana.
Esta disputa se ha visto perfilada por la
estupidez de caer en el uso abusivo de bots, de parte de algunos partidarios del
bando de la ultra derecha populista, supuestamente mandatados por su líder, que,
en redes sociales difunden mensajes en base a mentiras, odiosidades y sandeces,
que apuntan a provocar terror en la ciudadanía e inmovilismo en sus oponentes y
entorno.
Han denunciado ser víctima de estas
prácticas primero Kaiser, posteriormente, Evelyn Matthei, siendo ella la
mayormente afectada, y últimamente Jeannette Jara.
Se trata de situaciones que, ponen en
riesgo el funcionamiento de la democracia, y, lo que rebalsó el vaso fue la difusión
de rumores con mensajes falsos sobre la salud mental de una candidata, cuyos
autores han sido identificados, lo cual crea las condiciones para judicializar
el tema y con ello la campaña presidencial.
De ocurrir aquello debilitaría
enormemente la capacidad de usar y abusar de este nefasto instrumento en los
debates nacionales y franja televisiva, como lo ha hecho la ultraderecha en las
campañas y debates electorales en las que ha participado hasta ahora.