viernes, 26 de septiembre de 2025

ARTICULACIÓN, LIDERAZGO Y RELATO EN LA ESTRATEGIA DE CAMPAÑA DEL PROGRESISMO.

 

ARTICULACIÓN, LIDERAZGO Y RELATO EN LA ESTRATEGIA DE CAMPAÑA DEL PROGRESISMO.


En un sistema político como el chileno, y la cantidad de organizaciones que configura su estructura de partidos, los elementos determinantes para diseñar escenarios y bosquejar paisajes, no siendo los únicos,  los hemos identificado,  como la articulación el liderazgo y el relato.


Es el modelo que hemos utilizado para dar seguimiento a la coyuntura política, describir y dar sentido al  movimiento de los agentes que cada semana se toman la agenda.


Son aplicables también para examinar un momento como el actual absorvido y determinado, por no decir, contaminado por la campaña presidencial.


La semana pasada nos referimos al liderazgo, profundizamos las características que al respecto ostenta la candidata del progresismo, de las oportunidades que ello ofrece y de lo bien que hasta ahora se ha utilizado y, los que  de alguna manera explican, el lugar que hoy ocupa en la carrera presidencial y los éxitos hasta ahora conseguidos.


Concluimo se
ñalando que ello podía bastar  para llegar en alguno de los dos primeros lugares en la primera vuelta, pero ganar la segunda vuelta era otra cosa, adelantando profundizar la idea más adelante.

Partiremos hoy diciendo, que el factor más importante de los tres destacados es la articulación.


Baste decir que la articulación
 de partidos y organizaciones, que se concertaron para derrotar la dictadura de Pinochet  fue el factor que creó las condiciones políticas para provocar el deselace.

Y aunque algunas, conseguido el logro, desaparecieron, o se descolgaron con el tiempo, las que conformaban el núcleo se mantuvieron en el poder por treinta años.


Para bien o para mal eso es historia, como también lo es el “fantasma de las dos almas” que persiguió y persigue al actual Gobierno, y que, explicacan algunos aciertos y desaciertos.


Al grano, la f
ortaleza que irradia una coalición de partidos que va desde la democracia cristiana al partido comunista enciende luces con su propia denominación, mas que por su tamaño, por su significado polìtico.

Su propio nombre lo dice todo. Unidad para 
Chile.


El propio tamaño puede ser un riesgo y amenaza que dificulte su permanencia en él de algunos partidos, conglomerados y organizaciones.


Es lo que produjo las primeras trizaduras en el bloque, terminando finalmente,  en un conglomerado de tres grupos apoyando a la lirereza pero disputando los cupos disponibles que ofrece el sistema parlamentario.


Los resultados que arroje la elección de dip
utados y senadores en función del logro de una mayoría parlamentaria, para el progresismo dirán cuan acertada fue la decisión tomada.

Será también lo que dibujará el escenario pos electoral y cómo se posicionarán  en el sistema político ya sea en función de Gobierno u oposición. 


Es tan significativa la articulación que, para algunos partidos les otorga el sustento que sostiene su existencia, en tanto que para otros, su presencia es lo que le dan al bloque la razón y condición de existir.


La segunda amenaza consiste en el riesgo del daño que puede provocar una selección y orden deficiente de ideas fuerza que sustentan ese  “mínimo común”, compartido por el conjunto de partidos que conforman la coalición ya sea estructurada, o en proceso de estructurarse.


Los que, seguramente tendrán que ovidar momentáneamente banderas que, como partido, los han acompañado en sus mas de cien años de historia, como es, por ejemplo, la nacionalización de las riquezas básicas para el partido comunista, o, premisas que están en la esencia ideológica de su identidad, como es el caso del aborto para la democracia cristiana.


Los efectos traumáticos de esta amenaza pondrán en tensión toda la capacidad de liderazgo de la abanderada para superarlos, así como, la generosidad de sus seguidores, en pos de la elaboración  de un discurso compartido por todos en el debate electoral, y cuyos límites los establecerá el programa de gobierno.


Con lo dicho, en el parrafo anterior, hemos 
saltado al tercer factor, el relato, (el más  inmanejable), cuyo análisis tiene un “sabor” exquisito y, en lo que nos compete, una complejidad extrema, profundizaremos en aquello en la próxima nota editorial.  

 

 

 

 

  

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