sábado, 14 de abril de 2012

REFLEXIONES SOBRE NEOLIBERALISMO Y CORONAVIRUS





 NEOLIBERALISMO Y CORONAVIRUS. (1) 

ALBERTO BASTÍAS CORREA
Valparaíso, marzo del año 2020



1.- ¿Salvar la economía o salvar vidas?.


El economista británico Simón Wren-Lewis  publica en la revista española - mexicana "LETRAS LIBRES" un artículo  que resume los resultados de la aplicación de un modelo  macroecómico  que indaga el efecto  de una pandemia en el equilibrio general. (https://www.letraslibres.com/espana-mexico/economia/los-efectos-economicos-una-pandemia  )


El modelo se aplica considerando tres escenarios hipotéticos y el resultado más importante que arroja es que la caída del PIB atribuida al efecto pandemia fluctuaría entre un 1 y un 6 por ciento según se considere el mejor y peor escenario respectivamente, señala, por otro lado, que los impactos son compensados con creces cuando la pandemia concluye y la economía "transita" la fase ascendente del ciclo.

Tanto éste como otros estudios disponibles en la red (ver los documentos citados y consultados) que han abordado el tema le restan dramatismo, considerando por ejemplo que si bien hay sectores, como el caso de la construcción, donde el trabajo presencial no puede ser reemplazado por el trabajo a distancia durante los períodos de cuarentena, otras industrias como la telefonía y prestación de servicios de Internet experimentan un aumento explosivo de la demanda. El mismo efecto experimentarán otras industrias como la de los medicamentos, materiales e insumos médicos. 


Las empresas que mediante "reconversiones expres" se adecuen más rápidamente a las nuevas condiciones capearán mejor el temporal, como por ejemplo, la adopción del servicio de delibery de casinos cocinerías y restaurantes. El uso de buses escolares para transportar trabajadores de empresas pequeñas recorriendo grandes trayectos y evitando con ello el riesgo de contagio asociado al uso del transporte público, etc, etc.


Todos los estudios consultados desprecian el efecto precio  asociado a cambios bruscos de oferta y demanda en sectores específicos, recomendando a la autoridad económica el control de conductas abusivas o especulativas  y muy especialmente al Banco Central un manejo ágil de política monetaria pero, sobre todo, la canalización de subsidios y beneficios a los sectores realmente afectados  que generalmente son los más vulnerables, tanto para no alterar en demasía la estructura de la demanda, como para evitar aumentar su condición de vulnerabilidad.


En relación a los estudios que han abordado el efecto económico pos pandemia recomiendo leer "Coronavirus: qué puede enseñarnos la peste negra sobre las consecuencias globales de una pandemia" en   https://www.bbc.com/mundo/noticias-5175041


Para concluir esta parte del artículo me parece pertinente reproducir el párrafo con el cual Simón Wres- Lewis comienza la exposición de su estudio: "Merece la pena decir al comienzo, que, la base de todo para mi es que  la economía es secundaria a las consecuencias sanitarias de cualquier pandemia que tiene una tasa de letalidad significativa (como parece ocurrir de  momento con el coronavirus)"


Sentencia que por cierto contrasta con la irresponsable afirmación  del vice-gobernador de Texas Dan Patrick  (mundialmente repudiado) que se declarara dispuesto a arriesgar la vida de los mayores para salvar la economía (https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52043274) 




2.- Globalización y coronavirus.


Tony Timoner, especialista en escenarios de riesgo global de una institución financiera de Londres, tiene una opinión definitiva: "el coronavirus provocará el fin de la globalización tal y como hasta ahora la  conocemos", su argumentación es contundente: con los efectos de la guerra comercial entre China y USA  aún en desarrollo, el individualismo de Trump adoptado como doctrina geopolítica en campaña electoral sale reforzado. Con multilaterales ausentes  y  países tomando decisiones erráticas tampoco se podrá impedir el efecto traumático e impredecible que provocará en los precios una demanda mutilada por los compromisos asociados a los préstamos solicitados por los países importadores para cubrir los costos que demandarán sus  políticas de protección y salvataje asociadas a los efectos del virus. La recesión también se hará sentir en la oferta de los países exportadores. Con mercados precarios cada país "se jugará la personal" desconociendo acuerdos pactados en Asociaciones como está ocurriendo ahora mismo en la pugna que libran Rusia, Irán y Arabia Saudí en el mercado del petróleo, y que seguramente se va a reproducir en otros mercados con participación de otros países. 


La apertura de aeropuertos y traslado internacional de personas no se repondrá con  la misma  premura con que se cerraron. El proceso tomará los tiempos que demoren las líneas aéreas en reponerse del golpe recibido. Los visados serán más estrictos, aflorarán temores, recelos y desconfianzas (fenómeno que hoy ya hace su aparición en China)


El abaratamiento del precio del petróleo y los compromisos financieros  asociados a créditos de salvataje serán razones más que suficiente para soslayar o al menos aplazar los compromisos relacionados a  inversiones requeridas para ejecutar planes y programas asumidos en foros y conferencias sobre  cambio climático, cambio que por lo demás se verá impactado "positivamente" con la caída de  la producción mundial


El desplome de los socialismos reales  y el término de la guerra fría mutó un orden económico mundial de bipolar a unipolar. El modelo no duró mucho tiempo, con la puesta en escena de los gigantes asiáticos en el lejano oriente, los fundamentalismos religiosos en el medio oriente y los países europeos actuando unidos en la Unión Económica Europea, el orden económico internacional se encamina más bien al perfilamiento de un modelo multipolar. En ese contexto, con la débil capacidad de respuesta y eficacia en la acción frente a la pandemia, las democracias liberales occidentales han quedado mal paradas, perdiendo legitimidad entre sus pares y ciudadanos, frente a la contundente acción y relato ganador  expresado en la disciplina colectiva y cohesión estatal de los regímenes orientales.


Con la globalización el fluido transporte de personas se ha convertido en el mejor aliado del virus. Para ralentizar su propagación la principal medida que se se ha tomado es crear compartimentos de estanco y aislar zonas contaminadas de las que no lo están. Como lo pronostican científicos de  la OBS Business School en un blog de difusión de su partener, la Universidad de Barcelona; los cortafuegos creados en las rutas comerciales y tráfico de personas serán difíciles de  derribar (OBS, el coronavirus y la globalización).

Analistas  coinciden en visualizar en el horizonte  un mundo inestable, compartimentalizado con sus partes actuando con recelo y mucha sospecha afectados por el impacto que provocará en ellos  fenómenos como el empobrecimiento y la desaceleración tecnológica; en las relaciones económicas internacionales la asintonía y desconcierto primará sobre la sincronía  y el orden. Para visualizarlo en la metáfora usada por  Tony Timoner: una amalgama de barcos a la deriva "navegando en aguas turbulentas" (https://www.letraslibres.com/espana-mexico/economia/coronavirus-el-fin-la-globalizacion-tal-y-como-la-conocemo)


Concluido el tiempo que dure la pandemia los respectivos países deberán adecuar sus estrategias de desarrollo para "dar el salto del tigre" y recuperar el tiempo perdido,  lo recomendable será salir de las "aguas turbulentas" y apostar al mercado interno  poniendo las fichas  en los sueldos, salarios y el empleo.



3.- Neoliberalismo y coronavirus



La esencia del neoliberalismo es ser una nueva forma de acumulación capitalista, como toda nueva forma de acumulación capitalista en su primera fase se desarrolla fuera de las leyes del mercado, es lo que pasó en Chile, partiendo con la privatización de las empresas en poder del Estado (a precio de gangas) y el traspaso al gran capital del ahorro previsional de los trabajadores, hitos emblemáticos del proceso son la privatización de la educación, del agua y "obras públicas" en general; y la implementación de un modelo de Estado subsidiario que permitió crear las condiciones para que el acceso a servicios como la vivienda y la salud (y en general todos los servicios sociales) fueran provistos  por la empresa privada con recursos públicos.


En el plano social  la aplicación del modelo genera  una capa de la sociedad que el sistema económico no es capaz de absorber y para el cual el propio sistema, la mejor respuesta que puede ofrecer, es su transformación en  micro emprendedores partiendo con la venta de "cachureos" en la cuneta. De esta forma, todos aquellos que rebasan la capacidad de absorción del sistema se precarizan, y adoptan estrategias de sobrevivencia asociadas al comercio callejero, la economía informal, o actividades delincuenciales, como el robo, microtráfico de drogas o la prostitución infantil, su situación de empobrecimiento se perpetúa siendo condenados a vivir en condiciones de miseria y asinamiento en la periferia de las ciudades.


Este es el sector más vulnerable y su protección para el Gobierno no tiene solución en la estrategia que ha adoptado para afrontar la pandemia. Son los que no pueden acceder a las condiciones e instrumentos de protección adoptados por la autoridad gubernamental porque están fuera del sistema. Viven del ingreso generado día a día y su espacio económico es la cuneta, la calle, la plaza y otros espacios públicos, al recogerse la población que se mueve en estos lugares deben hacerlo ellos también, muchos no poseen redes propias de protección y si    la autoridad quisiera brindárselas seguramente no sabría cómo llegar a ellos. Son los mismos sectores que en el sur de Italia no resistieron largos períodos de encierro en sus hogares y experimentaron conatos de rebelión.  


Lo que pasó en el sector salud es un tema aparte, los sucesivos Gobiernos que se sucedieron con posterioridad al desenlace democrático hicieron su parte para contribuir a descuartizar la sanidad pública, para lograrlo utilizaron, a su tiempo, todos los instrumentos que estuvieron a su alcance en pos de lograr su fin estratégico, la privatización; al cabo de 30 años se puede decir que el objetivo ha sido logrado, en lo sustancial el sistema de salud en Chile no tiene como norte el bien público sino en interés privado.  La enumeración de las herramientas utilizadas es sólo una anécdota: para traspaso de infraestrctura, se usó la venta, arriendo, préstamo, en como dato etc, etc; para el traspaso de servicios, compra de servicios a sociedades médicas, y con sobre precios, a clínicas en cuya propiedad participan las élites políticas y económicas, las que también fueron beneficiadas con concesiones de hospitales construidos con fondos públicos. También contribuyó a la destrucción de la sanidad pública una política fiscal en sintonía con los ajustes y equilibrios monetarios recetados por el F.M.I. y el  Banco Mundial, las mismas que siguieron España e Italia (planes de rescate pos crisis surprime). Países  que al igual que Chile sus autoridades médicas se encuentran atadas de manos para reaccionar como corresponde: una parte no despreciable del sistema en manos privadas y la parte que sigue siendo pública sin los recursos requeridos para ofrecer un servicio a la altura de las circunstancias. 


La personalización de la fusión del poder político con el poder económico es una característica del capitalismo moderno y puesta de manifiesto con mayor claridad en su fase neoliberal. Los propietarios de las fuentes generadoras de riqueza y poseedores del capital necesitan cada vez menos a intermediarios y/o representantes para defender sus intereses en el campo de la toma de decisiones políticas, esa labor hoy la asumen de cuerpo presente, y no sólo en la cima de la arquitectura del Estado sino a lo largo y ancho de toda su estructura. Entonces no podría ser de otra manera: las políticas públicas y sociales promovidas por ellos han sido aquellas que representaban los intereses minoritarios de grupos económicos y financieros anteponiendo los beneficios particulares al bien común.


 Tampoco podría esperarse un comportamiento diferente,  los empresarios, no importa el lugar en que estén actuarán como empresarios, y para el empresasariado la producción de un bien o prestación de un servicio es un medio para conseguir lo que busca, la mayor renta posible de alcanzar. La pandemia para ellos es un en primer lugar una oportunidad y en segundo lugar una tragedia. No debe parecer  extraño entonces que las expectativas de lucro los lleve a cruzar los límites éticos que los conduzca al abuso y la especulación. En especial si la autoridad no reacciona o no puede reaccionar sin desconocer las leyes de amarre del libre mercado garantizadas constitucionalmente que nos dejaron como herencia los monjes del neoliberalismo.


  Tal vez eso explique el  desgarrador llamado con que concluye una reunión telemática citada en España  y a la cual concurren varios expertos miembros de la Lnternational Association of Health Policy procedentes de todos los  continentes para analizar la respuesta de los países a la pandemia actual del coronavirus: "Las sociedades en las que vivimos requieren de cambios más sustanciales en el ordenamiento económico y político de los que ahora se están considerando. La evidencia de ello es abrumadora""




NEOLIBERALISMO Y CORONAVIRUS (2).-
LO QUE LA CRISIS NOS HA ENSEÑADO.


ALBERTO BASTÍAS CORREA
ABRIL 2020



En un artículo anterior entregué antecedentes que transparentan cómo el neoliberalismo ha creado las condiciones para expulsar de la economía y la cultura a una parte significativa de la sociedad. Ella es la que se verá más afectada con los efectos de la pandemia, no sólo porque es la más vulnerable y no dispone de redes de propias de apoyo, sino además porque si el Estado quisiera acudir a su salvataje con medidas , sanitarias o económicas, no sabría cómo hacerlo, justamente porque están fuera del sistema.



Entregué además información aclaratoria sobre cómo el proceso de privatización se convirtió en uno de los objetivos estratégicos de los Gobiernos que estuvieron a su cargo la implementación del modelo neoliberal y cómo los servicios sanitarios no fueron ajenos al logro de este propósito, provocando literalmente la “descuartización” del sistema público de salud, lo que unido a una permanente política fiscal y monetaria restrictiva ha “atado de manos” e impedido a las autoridades y funcionarios para actuar a la altura de las circunstancias que la pandemia lo requiere.



Señalé por último que la personalización de la fusión del poder político con el poder económico, en toda la estructura del Estado, durante la fase neoliberal del capitalismo, ha facilitado que “las políticas públicas y sociales promovidas por ellos han sido las que representan los intereses minoritarios de los grupos económicos y financieros anteponiendo los beneficios particulares al bien común” (Neoliberalismo  y coronavirus 1)    

Focalizaré ahora el estudio a esclarecer cómo la crisis ha desnudado en todo su dramatismo los efectos sociales del neoliberalismo; y cómo el modelo neoliberal en sí mismo no ofrece ninguna posibilidad de salir "bien parado" de la crisis y por lo tanto las soluciones posibles hay que buscarla fuera de él. 


Como era de esperarse, lo que la crisis nos ha enseñado es que los sectores más afectados son los más vulnerables. Informales y cuentapropistas viven del ingreso generado día a día, su principal espacio económico es la calle, no están bancarizados, no disponen de redes de protección que no sean las generadas en la propia sociedad civil vía acciones de caridad o en el mejor de los casos de solidaridad. Pero no sólo están fuera del sistema económico, también lo están fuera del sistema sanitario por lo cual su acceso sólo se produce en calidad de indigentes, su alta exposición al riesgo deriva del hecho que habitan en la periferia de las ciudades en viviendas en extremo precarias y condiciones de asinamiento.


Trum y Bolsonaro , antes que la pandemia ingresara a sus respectivos países, usaron el "negacionismo" para impedir el efecto económico que traería consigo la aplicación de medidas preventivas; en un segundo momento optaron por minimizar el peligro, finalmente con el virus al interior de sus propios países optaron por la negativa a cerrar ciudades mientras había alguna duda que su condición sanitaria la transparentara  como un peligroso foco de infección; optando sólo por tomar medidas relacionadas con cierres parciales que afecten lo menos posible la actividad económica y adoptando sólo débiles  medidas de protección.  Es el patrón de conducta, sugerido por los monjes del neoliberalismo:

"Frente a la alternativa de la salud y la economía elige la economía". 


Exceptuando el negacionismo, el comportamiento que ha tenido el Gobierno de Chile para enfrentar el coronavirus en el día a día no ha sido diferente a la conducta manifestada por otros Gobiernos que han adoptado el modelo neoliberal, antes que el virus ingrese al país le bajan el perfil al peligro potencial que trae consigo el ingreso del virus, ante la opción de optar por la detención de la actividad económica y el aislar focos infecciosos con el encierro de la población, opta sólo por suspensiones parciales en lo que han denominado una "cuarentena estratégica" que considera aislamientos y separaciones parciales de la población que habita una provincia o comuna sin medidas de protección. 


Para justificar tal decisión el propio Ministro de salud ha dado como razón la incapacidad de los sectores vulnerables de permanecer encerrados en sus casas por tiempos demasiado largos considerando el riesgo que ello significa debido a las condiciones económicas y de vivienda a la que están afectos. Por cierto el Ministro olvida que tales situaciones son provocadas como efectos de la aplicación durante 30 del "ABC" de la doctrina neoliberal y que el "chorreo" que tal doctrina  prometía  beneficiar a los sectores más vulnerables nunca llegó. 


También los programas de protección y salvataje aplicados, en especial si benefician a la empresa, son instrumentalizados vía bancos aún sabiendo que las más precarias no están bancarizadas y las que si lo están serán presa fácil de una voracidad fundada en el lucro y hasta la especulación si es ello posible. 


Los instrumentos elegidos como el crédito con aval del Estado traen al recuerdo el tristemente y "mal ponderado" CAE.


Este patrón de conducta no siempre es posible, en especial cuando la crisis erosiona hasta los pilares sobre los cuales se sustenta el modelo. Es la imagen que las empresas privadas, incluso las asociadas al gran capital, consideradas por el modelo como el principal motor del desarrollo puesto de manifiesto cuando se colocan en la "primera fila" a la hora de solicitar el salvataje del Estado (caso LATAN)


Ya no es la "la mano invisible" del mercado sino el Estado la única instancia con capacidad real para abordar con éxito los efectos de la crisis. Hasta las recetas de ajustes recomendadas por el Banco Mundial y el F.M.I. deben ser literalmente lanzadas al tacho de la basura ante las dimensiones que alcanzará el fantasma recesivo que ellos mismos pronostican y anuncian su aparición a la vuelta de la esquina.


Incluso las gerencias de empresas de gran tamaño y los representantes de las asociaciones gremiales que defienden sus intereses, han perdido todo el pudor que les quedaba y acuden al solicitar públicamente "una manito"  por  no decir "la teta" del "papá" Estado para recuperarse y evitar la muerte que a su manera también les provocará la crisis asociada a la pandemia.


Es así como el Estado se erige como el único instrumento capaz de resolver hoy no sólo la crisis sanitaria y sus mayores efectos económicos (desempleo y hambre) sino incluso los problemas denunciados, en el discurso por analistas de todos los colores políticos y en la calle por lo manifestantes, como lo son el acceso al agua, a una vivienda digna, a una educación gratis y de calidad, a un salario y previsión justa, a respirar un aire libre de contaminación






REFLEXIONES SOBRE NEOLIBERALISMO Y CORONAVIRUS  (3)

1.- La presencia del coronavirus en el país ha develado todo el dramatismo expresado en la crisis sanitaria, social, y política que representa.

2.- La crisis es sistémica y sólo el interés de visibilizar mejor sus efectos puede permitir examinarlos separadamente. En lo fundamental cabe señalar que ella es en primer lugar una crisis sanitaria. Parece pertinente entonces partir señalando que compartimos lo expresado por todos los salubristas agrupados en organizaciones científicas a través del mundo: “la economía es secundaria con respecto a las consecuencias sanitarias que el virus puede provocar”
3.- Exceptuando el "negacionismo", (expresado por Trump y Bolsonaro)  en un primer momento, el comportamiento que ha tenido el Gobierno de Chile para enfrentar el coronavirus en el día a día no ha sido diferente a la conducta manifestada por otros Gobiernos que han adoptado el modelo neoliberal; antes que el virus ingrese al país le bajan el perfil al peligro potencial que trae consigo, y, cuando ingresa, frente a la posibilidad de optar por la detención de la actividad económica y aislar focos infecciosos con el encierro de la población,  se opta sólo por suspensiones parciales, aislamientos y separaciones restringidas de la población que habita una provincia o comuna sin aplicar medidas adicionales de protección. O sea, como lo sugieren los “monjes” del neoliberalismo que recorren el mundo entregando consejos: "Frente a la alternativa de la salud o la economía elige la economía". Para justificar tal decisión el propio Ministro de Salud ha dado como razón la incapacidad de los sectores vulnerables de permanecer encerrados en sus casas por tiempos demasiado largos considerando el riesgo que ello significa debido a las condiciones económicas y de vivienda a la que están afectos. Por cierto el Ministro olvida que tales situaciones son provocadas como efectos de la aplicación durante 30 años del "ABC" de la doctrina neoliberal y que el "chorreo" que tal doctrina prometía beneficiar a los sectores más vulnerables nunca llegó.
4.- En el plano social estos sectores son los que se verán más impactados con los efectos de la pandemia, no sólo porque son los más vulnerables y no disponen de redes propias de apoyo, sino además porque si el Estado quisiera acudir a su salvataje con medidas, sanitarias y económicas, no sabría cómo hacerlo, justamente porque están fuera del sistema.
5.- Los Gobiernos que se sucedieron con posterioridad al desenlace democrático hicieron su parte para contribuir a "descuartizar" la sanidad pública, para lograr su fin estratégico: la privatización; utilizaron, a su tiempo, todos los instrumentos que tuvieron a su alcance;  también contribuyó a la destrucción de la sanidad pública una política fiscal en sintonía con los ajustes y equilibrios monetarios recetados por el F.M.I. y el  Banco Mundial, las mismas que siguieron España e Italia (planes de rescate pos crisis surprime). Países que, al igual que Chile, sus autoridades médicas se encuentran atadas de manos para reaccionar como corresponde: una parte no despreciable del sistema en manos privadas y la parte que sigue siendo pública sin los recursos requeridos para ofrecer un servicio a la altura de las circunstancias. Al efecto provocado por los fenómenos arriba descritos hay agregar el hecho que a lo largo de toda la estructura del Estado las elites económicas necesitan cada vez menos a intermediarios y/o representantes para defender sus intereses en el campo de la toma de decisiones políticas, esa labor hoy la asumen de cuerpo presente. Entonces no podría ser de otra manera: las políticas públicas y sociales promovidas por ellos han sido aquellas que representaban los intereses minoritarios de grupos económicos y financieros anteponiendo sus beneficios particulares al bien común. El ejemplo más reciente de aquello es el reemplazo, en plena crisis, de la SEREMI de salud de Santiago (sale una enfermera salubrista y entra un ingeniero comercial).

6.- En materia de política de protección y salvataje los  instrumentos adoptados son los que se encuadran en la lógica del modelo neoliberal, para muestra un botón: con recursos obtenidos vía endeudamiento del Estado, se orientan, en lo sustancial, a rescatar a la empresa privada y su cananalización se realizará mediante la Banca, por lo cual con ellos, sólo beneficiará a la empresa bancarizada, o sea a la más solvente y capaz de garantizar al Banco vida y salud durante, al menos, el período que demore en cancelar los créditos. Tampoco esos créditos podrán usarse para cubrir salarios de los trabajadores de la propia empresa beneficiada, porque ellos, para mantener el vínculo con la empresa, deben acogerse a la figura de la "suspensión" durante el período de "para" y cubrir sus salarios con su propio aporte al fondo de seguro de desempleo. El peligro de la mediana y pequeña empresa de ser presa fácil de una voracidad de la Banca fundada en el lucro y hasta la especulación si hacen uso de tal beneficio está latente, en especial considerando que el instrumento diseñado lleva por nombre el tristemente recordado Crédito con Aval del Estado (CAE) 
7.- En el plano más político los efectos del virus han erosionado los pilares mismos del neoliberalismo: Estos pilares consideran que el principal polo de desarrollo es la empresa privada y que la formación de grandes grupos económicos es un factor de estabilidad, su expansión no tiene límites si es capaz de insertarse al mercado internacional que es ilimitado, la concentración es un factor constitutivo del sistema; la limitación que la gran empresa tiene para incorporar a la economía a un amplio sector de la población, se resuelve “vía chorreo” y se  instrumentaliza mediante el autoempleo (vendedores de cuneta, cuentapropistas, microemprendedores, etc.). Los servicios sociales, son espacios económicos como cualquier otro, y en los tiempos de pandemia son una “oportunidad” para hacer negocio por lo cual está permitido cruzar los límites éticos asociados a la obtención del lucro como lo son el abuso y la especulación. El mercado debe ser el factor único, exclusivo y excluyente en la asignación de recursos, sin limitación alguna. La libertad económica es la madre de todas las batallas estando incluso por sobre la libertad política. Los trabajadores se consideran un recurso fungible del proceso productivo, al igual que lo son los insumos, el capital de trabajo o las herramientas, bajo el supuesto de que esencialmente aportan su energía humana. Al ser prescindibles los trabajadores como mercado potencial el modelo postula éticamente razonable que reciban sólo la parte de los frutos de la riqueza que el país es capaz de generar que impida la posibilidad de transformarse en “factores de inestabilidad social” para lo cual, el “chorreo” debe ser complementado con la acción focalizada del Estado subsidiario.
8.- El pensamiento neoliberal resumido el párrafo precedente comienza a derrumbarse cuando una empresa cuyos propietarios forman parte de la elite económica como LATAM se pone en la primera fila para solicitar el apoyo del Estado. La lógica de las decisiones adoptadas por el Gobierno de Piñera para enfrentar la crisis del coronavirus ha sido, como lo hemos explicitado en los párrafos precedentes, la preservación y profundización del modelo neoliberal al que adhiere y está comprometido. Se ha intentado salvaguardar los intereses empresariales hasta el último momento, por encima de la prevención y protección pública de las personas. Pero la evidencia ha puesto de manifiesto que sólo el Estado dispone del poder y las herramientas para salir de la crisis, y los países que minimizando su rol redujeron su capacidad al ejercicio a la ejecución  acciones focalizadas de carácter subsidiario pagarán caro su error. En países en que el empleo informal afecta a tantas personas la posibilidad de quedarse en casa es incompatible con la necesidad de generar los recursos para alimentarse en el día a día. Entre los grupos más sensibles están, por cierto, los más pobres, quienes habitan en asentamientos precarios, en calidad de hacinados en la periferia de las grandes ciudades, muchos de ellos sin acceso a agua y manejo de residuos. La solución para ellos no llegará de la empresa privada estimulada por el mercado y la competencia sino de la cooperación y solidaridad de sus pares en la sociedad civil.  
 9.- Las estrategias adoptadas por los diferentes gobiernos para enfrentar la pandemia demuestran al mismo tiempo los diferentes contextos que dan fundamentos ideológicos a su acción. En un lado tenemos países que asumen que es deber del Estado contener la pandemia, y los ciudadanos aceptan el despliegue de métodos de control individual a cambio de la certeza de que si se enferman la salud pública y en general el Estado se hará cargo de ellos. En el otro extremo tenemos naciones que desde una perspectiva neoliberal han asumido la lógica de aceptar el contagio de amplios sectores sociales y centrar las esperanzas en la producción de inmunidad colectiva. Asumen así la muerte de personas vulnerables al coronavirus, como si se tratase de una estrategia de “darwinismo social” o sea la noción de sobrevivencia de ‘los mejores”

10.- Con ello se ha demostrado que el pensamiento neoliberal ha quedado desprovisto de ideas para enfrentar la crisis. Es más el modelo neoliberal en sí mismo no ofrece ninguna posibilidad de salir "bien parado" de la crisis y por lo tanto las soluciones posibles hay que buscarla fuera de él. Ya no es la "la mano invisible" del mercado sino el Estado la única instancia con capacidad real para abordar con éxito la reversión de los efectos de la crisis. Es así como el Estado se erige como el único instrumento capaz de resolver hoy no sólo la crisis sanitaria y sus mayores efectos económicos (desempleo y hambre) sino incluso los problemas denunciados, en el discurso por analistas de todos los colores políticos y en la calle por los manifestantes, como lo son el acceso al agua, a una vivienda digna, a una educación gratis y de calidad, a un salario y previsión justa, a respirar un aire libre de contaminación.
11.- En el plano internacional analistas de diferentes posturas políticas han concluido que "el coronavirus provocará el fin de la globalización tal y como hasta ahora la conocemos". La apertura de aeropuertos y traslado internacional de personas no se repondrá con la misma premura con que se cerraron. Coinciden también en visualizar en el horizonte un mundo inestable, compartimentalizado, con sus partes actuando con recelo y mucha sospecha afectados por el impacto que provocará en ellos fenómenos como el empobrecimiento y la desaceleración tecnológica; en las relaciones económicas internacionales la asintonía y desconcierto primará sobre la sincronía  y el orden. Para ejemplificar aquello podemos mencionar la disputa por los precios del petróleo librada por Rusia, Irán y Arabia Saudí y la piratería por los ventiladores encabezada por Estados Unidos.
12.- Ha pasado bastante agua bajo el puente desde que el desplome de los socialismos reales y el término de la guerra fría mutó un orden económico mundial de bipolar a unipolar. Como sabemos, el modelo no duró mucho tiempo, con la puesta en escena de los gigantes asiáticos en el lejano oriente, los fundamentalismos religiosos en el medio oriente y los países europeos actuando unidos en la Unión Económica Europea, el orden económico internacional se encamina más bien al perfilamiento de un modelo multipolar. En ese contexto, con la débil capacidad de respuesta y eficacia en la acción frente a la pandemia, las democracias liberales occidentales han quedado mal paradas, perdiendo legitimidad entre sus pares y ciudadanos, frente a la contundente acción y relato ganador expresado en la disciplina colectiva y cohesión estatal de los regímenes orientales.
 13.- De lo expresado en los párrafos precedentes ¿se puede inferir que el coronavirus derrotó al neoliberalismo? Lo que la historia ha demostrado es que las crisis por sí solas no matan los sistemas económicos o políticos, más bien éstos recomponen sus parámetros y se recrean, es lo que acontece si no actúan conglomerados sociales con liderazgos políticos que provoquen su destrucción.   

14.- El neoliberalismo sólo puede ser derrotado en Chile, cuando el control hegemónico de una parte significativa del Estado sea asumida por un MOVIMIENTO POPULAR, configurado por las fuerzas sociales que provocaron el estallido social lideradas por una vanguardia política dispuesta a hacer las transformaciones que viabilicen las demandas sociales y las hagan irreversibles en el tiempo.


15.- El requisito para que ello se produzca es que se configure una mayoría social, electoral y política convencida y dispuesta a provocar tales cambios. La principal disputa que deberá enfrentar la izquierda durante los próximos meses será la disputa por la hegemonía. Un primer round de lo que se viene se libró ya en la elección de la Mesa de la Cámara de Diputados, pero la hora de la verdad serán los acuerdos que se logren en las elecciones unipersonales de alcaldes y gobernadores que se avecinan.



EDITORIAL (2)
(2 DE MAYO 2020)

 La presencia del coronavirus en el país ha develado todo el dramatismo expresado en la crisis sanitaria, social, y política que representa.

La crisis es sistémica y sólo el interés de visibilizar mejor sus efectos puede permitir examinarlos separadamente. En lo fundamental cabe señalar que ella es en primer lugar una crisis sanitaria.  Rechazamos por ello la receta que sugieren los “monjes” del neoliberalismo, fielmente adoptada por Piñera: "Frente a la alternativa de la salud o la economía elige la economía". 
En el plano social los sectores más vulmerables, (que, expulsados del sistema permanecen en tal condición esperando un "chorreo" que nunca llegó), son los que se verán más impactados por los efectos de la pandemia,  no sólo por no disponer de redes propias de apoyo, sino además, porque si el Estado quisiera acudir a su salvataje con medidas, sanitarias y económicas, no sabría cómo hacerlo, justamente porque están fuera del sistema.
Los Gobiernos que se sucedieron con posterioridad al desenlace democrático hicieron su parte para contribuir a "descuartizar" la sanidad pública y lograr su fin estratégico: la privatización.  También contribuyó a la destrucción de la sanidad pública una política fiscal en sintonía con los ajustes y equilibrios monetarios recetados por el F.M.I. y el  Banco Mundial, por ello los profesionales y funcionarios se encuentran con la manos atadas para reaccionar como corresponde: una parte no despreciable del sistema en manos privadas y la parte que sigue siendo pública sin los recursos requeridos para ofrecer un servicio a la altura de las circunstancias. A ello hay que agregar que las políticas públicas adoptadas son aplicadas y promovidas las autoridades intermedias que representan los intereses minoritarios de grupos económicos y financieros anteponiendo sus beneficios particulares al bien común. El ejemplo más reciente de aquello es el reemplazo, en plena crisis, de la SEREMI de salud de Santiago (sale una enfermera salubrista y entra una ingeniero comercial).

En materia de política de protección y salvataje los  instrumentos adoptados son los que se encuadran en la lógica del modelo neoliberal, para muestra un botón: recursos obtenidos vía endeudamiento del Estado, se orientan, en lo sustancial, a rescatar a la empresa privada y su cananalización se realiza mediante la Banca, por lo cual, con ellos, sólo se beneficiará a la empresa bancarizada, (o sea la pandemia es "una oportunidad" fortalecer la Banca y la mediana y gran empresa con deuda pública). Tales recursos no podrán usarse siquiera para cubrir salarios de los trabajadores de la propia empresa beneficiada, porque éstos, para mantener el vínculo con ella, deben cubrir sus salarios con su propio aporte al fondo de seguro de desempleo.
Cuando propietarios  de una empresa que forman parte de la elite económica como LATAM se ponen en la primera fila para solicitar el apoyo del Estado queda al descubierto cómo los efectos del virus han erosionado los pilares mismos del neoliberalismo. No es "la mano invisible del mercado" sino el  Estado quien  posee poder y las herramientas para salir de ella, y los países que minimizando su rol redujeron su capacidad al ejercicio y la ejecución de acciones focalizadas de carácter subsidiario pagarán caro su error. 

EDITORIAL (3)
27 ABRIL 2020

Cuando propietarios  de una empresa que forman parte de la elite económica como LATAM se ponen en la primera fila para solicitar el apoyo del Estado queda al descubierto cómo los efectos del virus han erosionado los pilares mismos del neoliberalismo. No es "la mano invisible del mercado" sino el  Estado quien  posee poder y las herramientas para salir de ella, y los países que minimizando su rol redujeron su capacidad al ejercicio y la ejecución de acciones focalizadas de carácter subsidiario pagarán caro su error. 

Las estrategias adoptadas por los diferentes gobiernos para enfrentar la pandemia demuestran al mismo tiempo los diferentes contextos que dan fundamentos ideológicos a su acción. En un lado tenemos países que asumen que es deber del Estado contener la pandemia, y los ciudadanos aceptan el despliegue de métodos de control individual a cambio de la certeza de que si se enferman la salud pública y en general el Estado se hará cargo de ellos. En el otro extremo tenemos naciones que desde una perspectiva neoliberal han asumido la lógica de aceptar el contagio de amplios sectores sociales y centrar las esperanzas en la producción de inmunidad colectiva. Asumen así la muerte de personas vulnerables al coronavirus, como si se tratase de una estrategia de “darwinismo social” o sea la noción de sobrevivencia de ‘los mejores”
Con ello se ha demostrado que el pensamiento neoliberal ha quedado desprovisto de ideas para enfrentar la crisis. Es más el modelo neoliberal en sí mismo no ofrece ninguna posibilidad de salir "bien parado" de la crisis y por lo tanto las soluciones posibles hay que buscarla fuera de él. 
En el plano internacional analistas de diferentes posturas políticas han concluido que "el coronavirus provocará el fin de la globalización tal y como hasta ahora la conocemos", o sea una versión moderna de colonialismo. La relación "centro periferia" se verá resquebrajada, los "centros" que salgan mejor parados de la crisis "invadirán" territorios de influencia de los que salgan debilitados o pierdan capacidad de reacción, aprovechando que  la asintonía y desconcierto primará sobre la sincronía  y el orden. Para ejemplificar aquello podemos mencionar la disputa por los precios del petróleo librada por Rusia, Irán y Arabia Saudí, la piratería por los ventiladores encabezada por Estados Unidos, y la  lenta pero sostenida irrupción de la influencia de China en Latinoamérica.    
Ha pasado bastante agua bajo el puente desde que el desplome de los socialismos reales y el término de la guerra fría mutó un orden económico mundial de bipolar a unipolar y hoy se perfila más bien un   modelo multipolar.  En ese contexto, con la débil capacidad de respuesta y eficacia en la acción frente a la pandemia, las democracias liberales occidentales han quedado mal paradas, perdiendo legitimidad entre sus pares y ciudadanos, frente a la contundente acción y relato ganador expresado en la disciplina colectiva y cohesión estatal de los regímenes orientales.
De lo expresado en los párrafos precedentes ¿se puede inferir que el coronavirus derrotó al neoliberalismo? Lo que la historia ha demostrado es que las crisis por sí solas no matan los sistemas económicos o políticos, más bien éstos recomponen sus parámetros y se recrean, es lo que acontece si no actúan conglomerados sociales con liderazgos políticos que provoquen su destrucción.   
El neoliberalismo sólo puede ser derrotado en Chile, cuando el control hegemónico de una parte significativa del Estado sea asumida por un MOVIMIENTO POPULAR, configurado por las fuerzas sociales que provocaron el estallido social lideradas por una vanguardia política dispuesta a hacer las transformaciones que viabilicen las demandas sociales y las hagan irreversibles en el tiempo.
El requisito para que ello se produzca es que se configure una mayoría social, electoral y política convencida y dispuesta a provocar tales cambios. La principal disputa que deberá enfrentar la izquierda durante los próximos meses será la disputa por la hegemonía. Un primer round de lo que se viene se libró ya en la elección de la Mesa de la Cámara de Diputados, pero la hora de la verdad serán los acuerdos que se logren en las elecciones unipersonales de alcaldes y gobernadores que se avecinan.

ARTÍCULOS Y DOCUMENTOS CITADOS Y CONSULTADOS 



"¿Sera-la-crisis-del-coronavirus-el-fin-de-la-globalizacion? /://www.elmostrador.cl/noticias/sin-editar/2020/03/09/sera-la-crisis-del-coronavirus-el-fin-de-la-globalizacion/

El Coronavirus y la globalización El coronavirus y la globalización | OBS Business School

Julio Echeverría "Coronavirus y Globalización"  https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8872073713729326606#editor/target=post;postID=3104745764191023378;onPublishedMenu=template;onClosedMenu=template;postNum=0;src=link

Alejandro  Tagiavini   "Con la excusa del coronavirus, los Estados destruyen  mercados y el rebote que vendrá"  https://www.ambito.com/economia/coronavirus/con-la-excusa-del-coronavirus-los-estados-destruyen-mercados-y-el-rebote-que-vendra-n5087695 

Enrique Fanjul “El coronavirus, ¿nuevo impulso a la desglobalización?”  https://blog.realinstitutoelcano.org/el-coronavirus-nuevo-impulso-a-la-desglobalizacion/

Stefanía Gozzer “Coronavirus | "Esto se va a parecer mucho a una economía de guerra": la advertencia de la Cepal de que la pandemia aumentará el desempleo y la pobreza en América” https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-52048856

Pablo Pardo “Una pandemia contra la globalización que da alas al populismo”  https://www.elmundo.es/internacional/2020/03/14/5e6bbff6fc6c83781f8b4687.html

Marcelo Elizondo "Los impactos inmediatos del coronavirus en el mundo y en la Argentina"    https://www.infobae.com/economia/2020/03/15/los-impactos-inmediatos-y-futuros-del-coronavirus-en-el-mundo-y-en-la-argentina/ 

Carlos Enrique Bayo "La pandemia acelera el cambio de época y el fin de la era de la globalización neoliberal"  https://www.publico.es/politica/secuelas-economicas-coronavirus-pandemia-acelera-cambio-globalizacion-neoliberal.html




Farid Reyes "El coronavirus desnuda la miseria de la salud neoliberal"   https://www.laizquierdadiario.cl/El-coronavirus-desnuda-la-miseria-de-la-salud-neoliberal


Andrés Piqueras “El coronavirus. ¿El fin del neoliberalismo o algo más?”   https://www.lahaine.org/est_espanol.php/corona-virus-iel-fin-del

Carlos Sanchez “Coronavirus, La muerte trágica del neoliberalismo” https://blogs.elconfidencial.com/espana/mientras-tanto/2020-03-29/coronavirus-liberalismo-fmi-presupuestos-china_2523451/


José Manuel Calvo “El coronavirus y el fin del neoliberalismo” https://www.eldiario.es/tribunaabierta/coronavirus-fin-neoliberalismo_6_1010408957.html


José Víctor Núñez Urrea “Coronavirus y modelo neoliberal”  https://laventanaciudadana.cl/el-corona-virus-y-el-modelo-neoliberal/



     

AULAS HOSPITALARIAS




CASA QUINTIL
EDITORIAL (27 ABRIL 2020)
Cuando propietarios  de una empresa que forman parte de la élite económica como LATAM se ponen en la primera fila para solicitar el apoyo del Estado queda al descubierto cómo los efectos del virus han erosionado los pilares mismos del neoliberalismo. No es "la mano invisible del mercado" sino el  Estado quien  posee el poder y las herramientas para salir de ella, y los países que minimizando su rol redujeron su capacidad al ejercicio y la ejecución de acciones focalizadas de carácter subsidiario pagarán caro su error. 
Las estrategias adoptadas por los diferentes Gobiernos para enfrentar la pandemia demuestran al mismo tiempo los diferentes contextos que dan fundamentos ideológicos a su acción. En un lado tenemos países que asumen que es deber del Estado contener la pandemia, y los ciudadanos aceptan el despliegue de métodos de control individual a cambio de la certeza de que si se enferman la salud pública y en general el Estado se hará cargo de ellos. En el otro extremo tenemos naciones que desde una perspectiva neoliberal han asumido la lógica de aceptar el contagio de amplios sectores sociales y centrar las esperanzas en la producción de inmunidad colectiva. Asumen así la muerte de personas vulnerables al coronavirus, como si se tratase de una estrategia de “darwinismo social” o sea la noción de sobrevivencia de ‘los mejores”
Con ello se ha demostrado que el pensamiento neoliberal ha quedado desprovisto de ideas para enfrentar la crisis. Es más el modelo neoliberal en sí mismo no ofrece ninguna posibilidad de salir "bien parado" de la crisis y por lo tanto las soluciones posibles hay que buscarla fuera de él. 

En el plano internacional analistas de diferentes posturas políticas han concluido que "el coronavirus provocará el fin de la globalización tal y como hasta ahora la conocemos", o sea una versión moderna de colonialismo. La relación "centro periferia" se verá resquebrajada, los "centros" que salgan mejor parados de la crisis "invadirán" territorios de influencia de los que salgan debilitados o pierdan capacidad de reacción, aprovechando que la asintonía y desconcierto primará sobre la sincronía y el orden. Para ejemplificar aquello podemos mencionar la disputa por los precios del petróleo librada por Rusia, Irán y Arabia Saudí, la piratería por los ventiladores encabezada por Estados Unidos, y la lenta pero sostenida irrupción de la influencia de China en Latinoamérica.    

Ha pasado bastante agua bajo el puente desde que el desplome de los socialismos reales y el término de la guerra fría mutó un orden económico mundial de bipolar a unipolar y hoy se perfila más bien un   modelo multipolar.  En ese contexto, con la débil capacidad de respuesta y eficacia en la acción frente a la pandemia, las democracias liberales occidentales han quedado mal paradas, perdiendo legitimidad entre sus pares y ciudadanos, frente a la contundente acción y relato ganador expresado en la disciplina colectiva y cohesión estatal de los regímenes orientales.

De lo expresado en los párrafos precedentes ¿se puede inferir que el coronavirus derrotó al neoliberalismo? Lo que la historia ha demostrado es que las crisis por sí solas no matan los sistemas económicos o políticos, más bien éstos recomponen sus parámetros y se recrean, es lo que acontece si no actúan conglomerados sociales con liderazgos políticos que provoquen su destrucción.   

El neoliberalismo sólo puede ser derrotado en Chile, cuando el control hegemónico de una parte significativa del Estado sea asumida por un MOVIMIENTO POPULAR, configurado por las fuerzas sociales que provocaron el estallido social lideradas por una vanguardia política dispuesta a hacer las transformaciones que viabilicen las respuestas a las demandas sociales y las hagan irreversibles en el tiempo.

El requisito para que ello se produzca es que se configure una mayoría social, electoral y política convencida y dispuesta a provocar tales cambios. La principal disputa que deberá enfrentar la izquierda durante los próximos meses será la disputa por la hegemonía. Un primer round de lo que se viene se libró ya en la elección de la Mesa de la Cámara de Diputados, pero la hora de la verdad serán los acuerdos que se logren en las elecciones unipersonales de alcaldes y gobernadores que se avecinan.


CASA QUINTIL
INFORME DE COYUNTURA POLÍTICA 
27 ABRIL 2020
Haciendo oídos sordos al enérgico llamado de la Sociedad Chilena de Epidemiología y otras sociedades científicas, el Gobierno confirmó la decisión de incorporar al trabajo presencial a los funcionarios de la administración pública. La decisión fue aplaudida por los gremios empresariales, considerando la decisión como una señal a imitar en la empresa privada, incluso antes de hacerse efectiva, algunos malls y centros comerciales adelantaron su ejecución 

Frente a ello técnicos vinculados a la oposición alertan (tímidamente) que el relajo de las medidas restrictivas pueden provocar un aumento  explosivo de contagios que escape al control de la autoridad sanitaria,  cuyos funcionarios han denunciado reiteradamente estar desprovistos de equipos, escasos de personal y recursos de protección; y a una autoridad económica que agotó tempranamente su capacidad de actuar canalizando los recursos obtenidos vía deuda publica tempranamente a la recuperación y salvataje de la Banca, la mediana y la gran empresa.    


Maniatadas y adormecidas por el exacerbado control social asociado a la pandemia las organizaciones sociales empiezan a "mostrar sus dientes", la CUT se incorpora al debate parlamentario haciendo alianza con la representación de la izquierda dura para frenar la aprobación de las disposiciones contenidas en la agenda legislativa de salvataje a la empresa privada que profundiza la hegemonía neoliberal deteriorando aún más la calidad de vida de los trabajadores, cuando se pretende hacer recaer sobre ellos el pago de los costos de la crisis.                                                          

La ANEF salió rápidamente a levantar la voz en defensa la salud de los trabajadores del sector público, exigiendo los resguardos y condiciones requeridas en los centros de trabajo cuando les corresponda retomar el trabajo presencial. También el Colegio de Profesores reaccionó cuando se anuncia la incorporación paulatina de los colegios a la "nueva normalidad" enfatizando que en las actuales condiciones la vuelta a clases presenciales sería un desatino. El efecto de ello fue la introducción de cambios sustantivos al plan original partiendo por su nombre "retorno seguro".                                


Organizaciones sociales vinculadas al movimiento feminista han denunciado como el encierro ha generado condiciones para que violencia intrafamiliar cobre mayor presencia, ante lo cual el Gobierno ha debido reaccionar reforzando y haciendo más amigables los instrumentos de denuncia. Sin embargo su contribución al trabajo doméstico sigue sin ser reconocida socialmente, aún hoy cuando el encierro y el tele trabajo lo han multiplicado.                                             

También las mujeres han estado en la primera línea de la denuncia de las deficientes condiciones de trabajo existentes en la salud pública y municipalizada, y la exigencia  que disminuya el riesgo que deben asumir los trabajadores y las trabajadoras de un área laboral donde el personal femenino bordea el 70 por ciento, partiendo por la oportuna provisión de recursos de protección


En las redes sociales se destaca el desenvolvimiento de dos hechos que rayan en el escándalo e involucran a conspicuos miembros de la élite política. Por un lado, la denuncia de "prevaricación" (que Carmen Hertz elevó a la categoría de cohecho) hecha por la actual presidenta del Tribunal Constitucional a su antecesora. Y por el otro, la acusación de la familia Morel al Servicio de Impuestos Internos por la no devolución de 431 millones de pesos que reclaman para sus "empresas zombis" generados como producto de operaciones de elusión.  
    hola leí con detención el documento que me mandaste, 
comentarios:
1.- plantea algunas ideas sugerentes en la parte teórica, la última parte está referida a Alemania  (de hace unos 8 años atrás?). Si queremos utilizarlo como referente para aterrizar las ideas allí sugeridas a Chile, sería bueno tener acceso al documento completo que daría más antecedentes sobre el contexto. También los autores e institución a la cual pertenecen para contactarnos con ellos y tener interlocutores porque en Chile no me parece que los haya.
2.- sobre la última parte la referencia a Alemania tiene una dificultad para utilizarla (como referente) en el análisis a Chile. Una de las características del capitalismo moderno, es que la relación centro periferia del imperio es reproducida en microespacios, uno de los cuales es Europa y en él Alemania es centro en tanto que otros como Grecia o España son periferia. Justamente hoy cuando la Unión Económica Europea se reúne para definir cómo enfrentar la recuperación de los efectos de la pandemia, España sugiere una relación de cooperación mientras Alemania sugiere una relación bancarizada, lógico Alemania será  prestamista y España acreedora.
3.- Finalmente creo que el centro de la discusión al interior de cada país está en la estrategia de alianzas. Al respecto te envío un link de un artículo periodístico escrito en medio de la pandemia en España donde se hacen referencias al respecto contextualizadas en el mundo pos pandémico, que es otro punto de partida para  llegar donde nos interesa. Si hacemos el ejercicio sería bueno a la hora de aterrizar la teoría buscar realidades más similares a Chile, incluso en Latinoamérica.