miércoles, 6 de enero de 2021

MELINKA EJEMPLO DE LUCHA Y JUVENTUD








 

Soy nacida y criada en la comuna de Valparaíso, de madre comunista y comerciante local y de papá, abuelos y tíos marinos mercantes de este puerto. Me crié en una familia porteña trabajadora y luchadora, quienes me inculcaron desde siempre la consciencia de clase y quienes han sido un ejemplo de lucha contra todas las injusticias y de defensa por la dignidad de nuestro pueblo, ya sea estando al pie del cañón en la lucha contra la dictadura o en el extranjero peleando contra el imperialismo.
Cursé mi enseñanza básica en la Escuela Piloto Pardo en el Cerro Bellavista, y posteriormente, el histórico 2011, empecé mi enseñanza media en el Liceo Eduardo de la Barra, hasta 4to medio. Actualmente estudio Geografía en la Universidad de Playa Ancha, donde me desempeñé como Presidenta del Centro de estudiantes de carrera el año 2016, y posteriormente Presidenta de la Federación de estudiantes los años 2017-2018.
He vivido mis 24 años en la parte alta de Cerro Alegre, donde al igual que en los demás cerros, las desigualdades se acrecientan y los problemas de seguridad, infraestructura, vivienda, entre muchos otros, se agudizan. Desde ahí la necesidad de organizarnos y con unidad defender nuestro territorio y nuestra comunidad.
En el cerro no tenemos todas las escaleras pintadas de colores ni los miradores renovados todos los años, pero desde que tengo memoria nos hemos organizado para mejorar comunitariamente nuestro espacio, recuperando lugares, eliminando micro basurales o pintando por ejemplo los murales comunitarios que sin duda reflejan esas ganas de cambiar esta realidad por una con justicia social para todas y todos y con respeto entre todos los pueblos.
Hoy la Juventud en la cual milito hace casi 10 años, me ha encomendado la tarea de encabezar nuestro proyecto al Concejo Municipal de Valparaíso, siendo la precandidata a Concejala por las Juventudes Comunistas en la comuna.
Han sido años los que como sociedad hemos estado marginados de las decisiones en nuestros territorios, pero desde el 18 de Octubre, ha quedado claro que ninguna transformación volverá a ser sin nosotros y nosotras.
Por lo que asumo este desafío con responsabilidad y compromiso con mi Partido y con el pueblo de Valparaíso, entendiendo que con unidad y organización podremos llevar adelante las transformaciones que Chile y el Puerto necesitan.

Carta a Melinka Como tú sabes, Casa Quintil Valparaíso es una organización creada el año 2004, cuya misión fundamental es contribuir al progreso de Valparaíso. Nuestra organización reúne profesionales formados en las distintas universidades de la ciudad y han participado activamente en su historia. Para nosotros, Valparaíso no es una postal. Es por sobre todo, las personas que lo habitan. Sus cerros no son ganchos de promoción para una miserable industria turística. Son los lugares donde habita un pueblo, que hoy sufre privaciones, marginaciones y abandono. Y como siempre, se lucha sin descanso y casi con desesperación para sortear una nueva catástrofe. La pandemia ha puesto en evidencia los rastros terribles que en la vida del pueblo porteño han dejado las anteriores catástrofes, convirtiendo nuestra ciudad en una verdadera zona de sacrificio. Precisamente por esto, cuando en los cerros del puerto sopla fuerte el viento liberador del 18 de octubre, es imprescindible entender que en estas catástrofes, incluidos los grandes incendios, no hay nada casual. No son catástrofes naturales las que destruyen nuestras casas, arruinan nuestros hogares, perjudican nuestra salud y amenazan nuestras vidas. Son consecuencias lógicas y previsibles de políticas antipopulares, de gobiernos clasistas, de modelos de sociedad excluyentes y desiguales; cuyos responsables tienen nombre, apellido y también militancia. En efecto, la dictadura no sólo nos quitó la educación, la salud, la previsión, sino que también terminó con las pocas industrias que nos quedaban. En su tarea de desmantelamiento y despojo, destruyó nuestros ascensores y nos dejó sin mar. Varios ascensores fueron cerrados y destruidos porque no eran rentables. La costanera que nos cantó el Gitano Rodríguez fue privatizada. La marina se adueñó del molo y la Intendencia. Finalmente los gobiernos de la Concertación, sumados al proyecto neoliberal, continuaron la labor de despojo sistemático y de abandono. De abuso en abuso, de abandono en abandono, los representantes del modelo neoliberal, los abiertos y los emboscados, deberán responder por el infame legado de pobreza en viviendas precarias y de campamentos que nos dejan en nuestros cerros de Valparaíso y de Viña del Mar. Casa Quintil Valparaíso ha dicho de manera pública que frente al vendaval de candidaturas, la mayoría empujada por ansias y ambiciones personales, sólo apoyaremos aquellos candidatos que cumplan condiciones obligatorias de haber surgido desde la base popular, haber demostrado en una práctica permanente su compromiso con los cambios, con su pueblo y representen una renovación de la forma de hacer política y de los liderazgos. Entonces, cuando del corazón de los cerros nos llaman a colaborar con una combatiente nacida y crecida en medio de la lucha sin pausa, heredera y continuadora de combatientes, sobrina nieta de Days Huerta, internacionalista caído en combate por la liberación de Nicaragua de la dictadura de Somoza, nuestra respuesta es obvia, nos une contigo un compromiso de vida y de lucha. Querida Melinka, para nosotros es un deber revolucionario. Sobre todo, es un motivo de orgullo y honor que nuestra organización aparezca ligado al tuyo. Más aún, cuando estamos en conjunto viendo proyectos de desarrollo social en los territorios. Por eso, compañera, estamos contigo, dispuestos a poner todo lo que esté a nuestro alcance para dar esta nueva lucha por las conciencias y los corazones de los porteños.