EDITORIAL
RADIO CASA QUINTIL VALAPARAÍSO
19 DE AGOSTO 2025.
No pasó inadvertida la afirmación pronunciada por el candidato José Antonio Kast en la que advierte al país sobre
su intención de gobernar la nación mediante decretos baipaseando el Congreso.
Es más, ocupó un lugar destacado en la
agenda del debate electoral de la semana pasada.
No es para menos, lo que hizo fue
notificar a los ciudadanos que, lo que el país se juega en la próxima elección
es el futuro de la democracia.
En efecto, el país está notificado, lo
que pretende la ultraderecha populista, es debilitar las instituciones que
configuran los poderes judicial y legislativo, concentrando el poder en el
ejecutivo.
Ello por lo demás, no debiera causarnos
sorpresa, sólo se remite a repetir un discurso ya conocido, anunciando la
intención de replicar en Chile las acciones inspiradas en las aplicadas en los
países de la Región, con las que cada día nos sorprenden, sus mentores, a los cuales regularmente visita:
Donald Trump en Estados Unidos, que con
una corte suprema de justicia atada de manos tiene amenazado a todo el mundo
con su locura arancelaria desconociendo acuerdos internacionales, y en el
frente interno, separa a hijos nacidos en el país de sus padres con situación migratoria en proceso de regularización, expulsándolos del país.
Nayib Bukele que, en el Salvador,
construye los campos de concentración para recibirlos, de paso anuncia que
reformó la constitución para convertirse en dictador.
Jair Bolsonaro, hoy arrestado por
intento de golpe, y apoyado por el propio Donald Trump que amenaza con
tarifazos del 50% a los aranceles si no liberan a su protegido y las
instituciones del poder judicial se pasan por buena parte las decisiones
tomadas conforme a derecho que lo tienen privado de libertad.
Javier Milei que, con motosierra en mano
y a punta de planes de emergencia, que habilitan el uso de poderes especiales,
para ser finalmente usados para eliminar beneficios que favorecen las minorías, desconocer
derechos sociales, erosionar las libertades civiles y condenar a la pobreza a
millones de personas.
Ello forma parte, por lo demás del eje
central, del modelo asociado a regímenes autocráticos de ultraderecha, que, mediante
el uso de discursos autoritarios y populistas, apelando al miedo y el terror,
crean las condiciones para, que, al ser favorecidos por el voto popular, no demoran en aplicar su
proyecto de país que pone en riesgo la democracia y en peligro las libertades.
Es el mismo paradigma de Gobierno aplicado en los países de la Unión Europea en el siglo XXI cuando han sido gobernados por los partidos identificados con la ultraderecha populista al ser favorecidos con el voto popular, y hoy mismo lo hacen en Países Bajos, Finlandia, Eslovaquia, Hungría, Croacia e Italia.
En la otra vereda se posiciona con fuerza la candidata que representa el progresismo, en la pole position de la carrera presidencial, permaneciendo en tal condición desde que gana en forma espectacular la primaria.
Se trata de una mujer que entre sus
condiciones se destaca, además de su compromiso a concho con la democracia, una
vida dedicada a la lucha por la justicia
social, el mejoramiento del ingreso y las condiciones de vida de los
trabajadores; y la decisión de enfrentar la crisis de seguridad ciudadana, la
corrupción y el crimen organizado privilegiando la prevención fundada en políticas
de inteligencia, que incluye entre otras, medidas el seguimiento del dinero y una agresiva modernización de la política carcelaria.